El mercado bursátil estadounidense cerró la semana con una nota claramente positiva. El S&P 500 logró su cuarta jornada consecutiva al alza, una racha que no se veía desde enero, mientras las grandes tecnológicas lideraron el impulso. El Nasdaq avanzó un sólido 1.3% y el S&P sumó un 0.7%, reflejando el apetito renovado de los inversores, incluso en medio del ruido persistente sobre la política comercial de la Casa Blanca.
Tesla fue una de las grandes protagonistas del día. Sus acciones subieron cerca de un 10%, impulsadas por las expectativas crecientes de una inminente entrada en el mercado indio y por el anuncio de que EE.UU. flexibilizará las regulaciones sobre tecnología de conducción autónoma. En un entorno donde la narrativa en torno al crecimiento se mezcla con la cautela geopolítica, este tipo de noticias tiene un impacto directo en el sentimiento de los inversores.
En paralelo, Nvidia también tuvo un día sólido, con una subida cercana al 4%. La demanda por chips de inteligencia artificial continúa siendo uno de los pilares de la narrativa de crecimiento en el sector tecnológico, y eso se reflejó en el buen desempeño del Nasdaq, que cerró en 17,382 puntos tras ganar más de 330 unidades.
En términos semanales, el S&P 500 acumuló una ganancia superior al 4%, una cifra significativa teniendo en cuenta el contexto actual. El tono optimista de los últimos comentarios de Trump respecto a las negociaciones con China —aunque más retórico que concreto— y la posibilidad de que la Reserva Federal recorte las tasas de interés en verano, han servido para mantener a flote la confianza.
Aun así, el entorno sigue siendo tenso. Trump fue claro el viernes: no piensa eliminar los aranceles a China sin recibir algo a cambio. Además, descartó otra pausa en la aplicación de tarifas. China, por su parte, negó estar en conversaciones activas y reclamó el levantamiento de los aranceles como condición para avanzar. A pesar de este tira y afloja, circularon rumores de que el país asiático podría pausar su arancel del 125% sobre ciertos productos estadounidenses, lo que ayudó a calmar los ánimos del mercado.
Entre los movimientos corporativos más destacados del día, Alphabet subió tras superar expectativas de beneficios y anunciar un dividendo más generoso, junto con una recompra de acciones por valor de 70.000 millones de dólares. No corrieron la misma suerte Intel, T-Mobile o Skechers, cuyas acciones retrocedieron. En los tres casos, los comentarios sobre los efectos iniciales de los aranceles pesaron sobre las expectativas de crecimiento y márgenes.
En conjunto, el mercado parece estar navegando un entorno mixto: por un lado, señales de apoyo monetario por parte de la Fed y resultados corporativos positivos en el sector tecnológico; por el otro, tensiones comerciales que no terminan de resolverse y generan una sensación de terreno inestable. Aun así, los inversores, por ahora, están apostando al vaso medio lleno.
Fuente: Amalya Dubrovsky, Brett LoGiurato e Inés Ferré.