Cuando se trata de blockchains, el principio es claro: las redes que más ingresos generan son las que los usuarios realmente utilizan. Bajo esa premisa, Solana (CRYPTO: SOL) ha tomado una posición de liderazgo indiscutible en el ecosistema cripto actual. En los últimos tres trimestres consecutivos, ha generado más ingresos por protocolo que cualquier otra red, y su crecimiento en el uso de aplicaciones descentralizadas (dApps) no tiene precedentes.
Actualmente, con un precio de alrededor de $150 por token, el mercado parece seguir valorando a Solana como un actor secundario, a pesar de su protagonismo en términos de actividad real y generación de ingresos. Esta desconexión entre el flujo de capital que recibe y su precio en el mercado es lo que lleva a pensar que su valor podría superar los $500 en los próximos cinco años.
Para comprender mejor este potencial, es importante diferenciar entre ingresos por red y por aplicaciones. El ingreso por red es el total de tarifas que los usuarios pagan para validar sus transacciones en la cadena, mientras que el ingreso por aplicaciones proviene de las dApps que operan sobre la red. En conjunto, estos ingresos reflejan el nivel de uso, desde intercambios DeFi y pagos, hasta préstamos y emisión de NFTs.
El 8 de julio, Solana generó $1.3 millones en ingresos por red y $8.6 millones por su ecosistema de aplicaciones, superando ampliamente a todos sus competidores. En el segundo trimestre de 2025, acumuló $571 millones en ingresos de dApps, comparados con los $200 millones de Ethereum. En un solo día, el 6 de julio, Solana capturó casi el 50% de todas las ganancias generadas por redes de capa 1 y 2.
Estos logros se explican en parte por su eficiencia. Una transacción típica en Solana cuesta $0.00025 y se liquida en segundos, lo cual contrasta con las tarifas elevadas y la lentitud de Ethereum. Esta eficiencia ha hecho de Solana la cadena preferida para el comercio de alta frecuencia en exchanges descentralizados, representando el 46% de todos los ingresos por dApps en el último trimestre.
La comunidad de desarrolladores también ha crecido a un ritmo notable. En 2024, más de 7,600 nuevos constructores se sumaron al ecosistema, el mayor aumento en el sector. Este crecimiento alimenta un ciclo virtuoso: más desarrolladores crean más aplicaciones, que atraen a más usuarios, lo que incrementa los ingresos y refuerza la posición de la red.
Desde el punto de vista técnico y operativo, Solana también ofrece ventajas únicas. Su arquitectura de una sola fragmentación permite que todos los contratos inteligentes y programas compartan el mismo estado simultáneamente, eliminando la necesidad de puentes intercadena complejos y vulnerables. Esta característica la posiciona como candidata para aplicaciones de alto rendimiento, como plataformas de activos del mundo real o mercados de inferencia de IA.
Para alcanzar los $500 desde los $152 actuales, Solana necesitaría un incremento del 229%, es decir, una multiplicación de 3.3 veces. Aunque parece ambicioso, es importante recordar que la criptomoneda ya alcanzó los $260 en 2021, cuando su adopción y ecosistema eran considerablemente menores. A medida que los ingresos sigan creciendo y la quema de comisiones reduzca la oferta circulante, el precio podría escalar de manera consistente.
Claro está, hay riesgos en el camino. Una ofensiva regulatoria contra redes de bajo costo, fallas en la red de validadores o avances disruptivos de Ethereum podrían frenar su impulso. También los factores macroeconómicos, como una disminución de liquidez, impactarían los ingresos de la red y de sus aplicaciones.
Aun así, el argumento central permanece: los números hablan por sí solos. Cuando una blockchain supera en ingresos al resto durante nueve meses consecutivos, el mercado eventualmente lo reconoce. Si Solana mantiene su ritmo de crecimiento y su modelo de token sigue reduciendo la oferta, ver un precio superior a los $500 antes de 2030 es una proyección totalmente plausible.
Fuente: The Motley Fool