El índice de precios al consumidor (CPI, por sus siglas en inglés) en EE.UU. subió un 2,7% interanual en junio, según datos publicados este martes por la Oficina de Estadísticas Laborales. Se trata del mayor incremento desde febrero, cuando el índice alcanzó un 2,8%, y marca una señal clara de que la inflación está comenzando a repuntar tras varios meses de moderación.
En términos mensuales, el aumento fue del 0,3%, en línea con las previsiones de los analistas y el mayor avance desde enero.
El índice subyacente, que excluye alimentos y energía debido a su alta volatilidad, registró un aumento interanual del 2,9%, apenas por debajo del 3% que esperaban los economistas encuestados por FactSet.
Entre los componentes que más presionaron al alza el índice general destacan los alimentos. Los precios de los comestibles subieron un 3% frente al año anterior, con alzas notables como:
Huevos: +27,3%
Café tostado: +12,7%
Carne molida: +10,3%
La energía, por su parte, aumentó un 0,9% mensual tras haber caído un 1% en mayo.
Impacto de los aranceles y previsiones futuras
La lectura de junio comienza a reflejar señales tempranas del impacto de los nuevos aranceles impuestos por el gobierno de Donald Trump. Artículos importados como ropa, electrodomésticos, muebles y juguetes están empezando a mostrar una presión al alza, mientras que otras categorías como vehículos aún no muestran incrementos notables.
Estos datos llegan poco después de que el presidente Trump anunciara una nueva ola de aranceles sobre más de 20 países, que entrarán en vigor el 1 de agosto de 2025. Se espera que esto tenga un impacto más fuerte en los informes de inflación de julio y agosto.
Pese a estas señales, desde Goldman Sachs señalan que la inflación subyacente “sigue contenida”. Sin embargo, advirtieron que las presiones de precios podrían intensificarse durante el verano, convirtiendo los próximos reportes del CPI en puntos clave para la política monetaria de la Reserva Federal.
Fuente: CBS News