Los precios del petróleo avanzaban este viernes, impulsados por expectativas de escasez a corto plazo y una fuerte demanda estacional, mientras los inversores evaluaban el impacto de los aranceles estadounidenses y posibles nuevas sanciones a Rusia.
El crudo Brent subía 0,58% a $69,04 por barril.
El WTI estadounidense ganaba 0,68% a $67,02.
A estos niveles, el Brent se encamina a cerrar la semana con una ganancia del 1,1%, mientras que el WTI se mantenía prácticamente plano frente al viernes anterior.
La Agencia Internacional de la Energía (AIE) advirtió que el mercado global podría estar más ajustado de lo que parece. Las altas temperaturas del verano han impulsado la actividad de las refinerías y la demanda de energía, elevando el consumo de crudo.
Sin embargo, a mediano plazo, la AIE recortó sus previsiones de crecimiento de la demanda y aumentó las estimaciones de producción, lo que apunta a un potencial superávit para el resto del año.
Una señal clara del fuerte apetito actual por petróleo proviene de Arabia Saudita, que planea exportar en agosto unos 51 millones de barriles de crudo a China, el mayor volumen mensual en más de dos años.
En contraste, la OPEP recortó sus proyecciones de demanda global para el periodo 2026-2029, citando una desaceleración estructural en el consumo de crudo por parte de China, según su informe World Oil Outlook 2025.
El jueves, los precios del petróleo retrocedieron más de un 2%, tras el aumento de las tensiones comerciales por parte del presidente Donald Trump, quien propuso aranceles del 35% sobre las importaciones de Canadá y nuevas tarifas generalizadas que podrían pesar sobre la economía global.
Trump también ha expresado su frustración con el presidente ruso Vladimir Putin por la falta de avances en el conflicto con Ucrania, mientras la Comisión Europea se prepara para proponer un límite flotante al precio del petróleo ruso como parte de un nuevo paquete de sanciones.